Las aguas residuales contienen altos niveles de fósforo y nitrógeno; tóxicos para la salud humana. En la actualidad existen microalgas capaces de consumir como nutrientes estos residuos tóxicos. Permitiendo así, una depuración totalmente orgánica y limpia, con una mínima inversión.
Además proporcionan unos beneficios colaterales ya que generan energía capturando el CO2 disuelto y producen biomasa que puede ser utilizada como materia prima en otras aplicaciones.
Éste sistema de depuración utiliza contenedores transparentes cerrados herméticamente por el que circulan las aguas residuales pretratadas, logrando así que estas microalgas hagan su trabajo purificador de forma eficaz y eficiente.